domingo, 21 de agosto de 2011

De barrancos en los Pirineos

El otro día recibí una de esas ofertas que no se pueden rechazar.
Pasar un par de días en Benasque haciendo barrancos "cañeros".
Y para allí que nos fuimos "los jóvenes castores" con los pros del Huerto.

Una gozada de viaje, estos muchachos se lo saben montar y van preparados a muerte para pasar unos días por el monte. Furgos con camas, su cocinita portátil y todas las comodidades que necesitas para estar fuera de casa un par de días sin hotel, ni camping ni nada de nada.

Salimos el martes a la tarde y llegamos allí sobre las 2, y nos preparamos para pasar la noche.
Al día siguiente madrugón, desayuno fuerte y listos para el primer barranco.

El consejo de sabios de la expedición decidió que atacásemos el Eriste 4.
De los que teníamos pensado hacer era el más delicado, por ser el más "peligroso" en función del caudal del río.
Y llegaron las dudas, hasta ahora siempre había visto seguro a Jurgen de donde nos metíamos, pero esta vez la cosa era diferente, que si vamos a valorar el caudal, que la otra vez estaba más bajo, que si no se yo.
Ver dudar a un tío que lleva todos los barrancos de los Pirineos a sus espaldas, te hace pensar que donde nos vamos a meter no es broma.
Al final decidimos atacarle, hasta el primer rappel que nos metia en una zona muy cerrada con mucho caudal y muy delicada.
Valoramos que no merecía la pena jugársela y como no conocían bien si con ese caudal era factible media vuelta, a remontar cuerda con prusiks y lo dejamos para otro día porque el barranco no se va a mover de allí y es mejor no meterse en camisas de once baras.
Pero a la que abandonábamos el río nos encontramos con otro grupo que lo conocía bien.
Nos dijeron que iba muy fuerte, pero que estaba en el límite para poder hacerlo, así que vuelta al agua, sabiendo que llevamos un grupo detrás que conoce el barranco por si acaso.

Y una vez dentro sin comentarios. INCREIBLE!!!!!!!!!!!!!

Es uno de los barrancos más bonitos en los que me he metido.
Desde el punto de vista estético es precioso, muy cerrado muchas cascadas, mucha espuma.
Técnicamente muy exigente, los rappeles son delicados, los destrepes parecen escalada y los fieras tenían que prestar mucha atención a la hora de montar las reuniones.

Llegamos al punto caliente del barranco, un tobogán de 25 metros donde toda el agua de los Pirineos juega contigo como si fueras un pelele.
Me parece lo mas brutal que he visto en barrancos.
Después nos acercamos al rulo, la parte más técnica y la más peligrosa, es un rappel donde el chorro de agua forma una especie de tubo y hay que pasar por debajo de este. El problema es que si tocas el chorro, es tanta la fuerza del agua que te da cuatro vueltas de campana.
Es la parte que nos daba miedo ya que no sabíamos como estaría con ese caudal. Al final al ataque y sin problemas.
No me enrollo más dejo un vídeo de como nos fue por el Eriste IV.




Después del subidón de adrenalina del Eriste, comida y a por otro barranco.
Le atacamos al barranco del Liri, o las doce cascadas del Liri.

Este barranco con menos agua fue mas disfruton.
Tras las aguas vivas del Eriste nos lo tomamos más relajados y a disfrutar del barranco.
Muy bonito, todo el rato cascadas y rappeles en los que podías luchar con el agua disfrutándola.

Os dejo el vídeo resumen de como nos fue en el Liri.




Continuara.........

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