miércoles, 1 de febrero de 2012

Vamos a la nieve

Vuelvo a tener algo que contar.
Después de una temporada sin salir de casa, nos estábamos volviendo un poco domingueros, o aun peor.
Pero el otro día de repente nevó un poquito, poquito pero lo justo para escaparnos ha hacer el ganso un rato.

Nos cogimos todo el equipo de hielo y nieve, como si fuésemos al Everest, pero nos quedamos un poquito más cerca, y le atacamos al Isasa.

Recuento de material:


  • botas (Ok)
  • Gorro cuqui (Ok)
  • crampones (no sabemos como se ponen pero Ok)
  • piolet (con lo poco que me gusta a mi tirar de pico. Ok)
  • trineo de ultima generación, con control de crucero, GPS, turbocompresor etc.  (Ok)
  • comida (mierda se nos tenia que olvidar algo)
  • sentido común (entre los dos el justito para salir de casa. Ok)

Ya con todo preparado nos vamos al ataque y nos subimos el Isasa.

Subidita tranquila por nuestra ruta alternativa a la cuesta de vacas, con nieve polvo y muy a gusto.

Y cuando ya estábamos por la cima, pues no se si fue el uno o el otro, pero empezamos ha ser nosotros mismos después de mucho tiempo.
Empezamos a probar el trineo de ultima generación del Pini, con sus correspondientes caídas y golpes por la nieve y a reírnos como los chiquillos.

Luego como habíamos subido un montón de cosas, no nos íbamos a ir de allí sin probarlas, así que nos ajustamos los crampones, nos hicimos con los piolets y estuvimos probando uno de los deportes mas de moda el dry tooling. Como gracias a nuestro amigo el cambio climatico, nos estamos quedando sin glaciares, sin cascadas de hielo y sin nieve en general, la gente que sabe de esto esta adaptando la escalada en hielo a una escalada mixta donde mezclan el hielo y la roca con el material tipico del hielo, y llevado un poco mas al extremo se trata de utilizar las herramientas tipicas del hielo en roca.
Nosotros que no tenemos ni idea pues lo intentamos como pudimos y por lo menos nos echamos unas risas, y la verdad que nos gusto mucho el andar por ahí trepando con los hierros en los pies y con los piolets.

La bajada a gusto, mientras yo corría como un desesperao por alcanzarlo, David le cogió el truco al trineo y se pego una bajada que ni los esquiadores de alpino.

Al final tarde pasada a gusto.

Os dejo un resumen del paseito con algunos extras del Pini, que como lo tengo abandonado me ha sido infiel y se va al monte sin mi.