Por la mañana piscina de tranquilos para ir preparándonos para lo que nos esperaba, porque después de comer empezaba el concierto del grupo Markatu Eskina.
Se pensaba que el rock estaba muerto, pero no, ahí estaban Sergio Ramos y sus colegas rompiendo las guitarras, con un repertorio más punky que una flema con cresta.
Concierto muy disfrutón.
Por la tarde empezaba el que iba a ser el plato fuerte del día, nos pillamos el bus y todos a Marcilla a la capea.
Y de capea en la Estafeta, merienda, piscina, el agua estaba más verde que los cojones del increible Hulk pero con un par de birras ni se notaba, y bien de vaquillas.
Y nos pasamos la tarde entera y media noche entre piscina, revolcones de las vaquillas y muchas risas.
Nos dieron de cenar y vacas nocturnas.
Ya cansados de tanto correr y nadar e intentar hacer la torre humana más grande de la historia, vuelta a Rincón, donde la fiesta de al Ojera continua.
A la llegada a Rincón nos esperaba una exhibición de malabares nocturnos, con mucho fuego. Y degustación de cahipirinha o como se escriba.
Todo esto disfrados de acuerdo al Primes que nos inventamos para este día, piensa en un tipo con sandalias y calcetines, que es ????
No hay duda un guiri, así que nos dedicamos a emular a este preciado ser de los veranos españoles.
Y luego a seguir la noche, cada uno arrastrando sus cornadas, su cansancio o su "papa como un templo" con una sonrisa de oreja a oreja.
Lo mejor del día compartirlo con un montón de gente que normalmente no sueles tratar, salir del ghetto de las cuadrillas para conocer otra gente con ganas de pasarlo bien y disfrutar.
Solo me queda decir que el año que viene mas y mejor.
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