martes, 9 de abril de 2013

Resumen de la semana santa

Como todos los años, en primavera, llegó la Semana Santa y como un servidor y sus colegas  no son muy creyentes, ni amigos de las procesiones, nos piramos al monte.

El plan era hacer algo de montaña, pero con lo que había llovido y con previsiones de que iba a seguir haciéndolo buscamos un plan B. Y en nuestro caso el plan B era irnos de barrancos.

En mitad del mes de Marzo con más precipitaciones de la historia meterse en barrancos puede parecer una locura pero no lo es. Elegimos la sierra de Guara y barrancos que normalmente son secos. Digo esto porque últimamente se esta hablando mucho de rescates a barranquistas, que somos unos irresponsables y unos temerarios, si se deben cobrar o no los rescates y la controversia que todo esto genera.

Antes de meternos en los barrancos nos informamos sobre las precipitaciones pasadas, y las que tendrían lugar durante esos días.
Elegimos Guara porque allí se encuentran barrancos con cuencas hidrográficas muy pequeñas, de modo que no almacenan gran volumen de agua.
Ademas nos informamos bien de los caudales y de los descensos que se habían hecho por la zona.

El barranquismo es un deporte precioso, que si las condiciones son las apropiadas, es seguro, divertido y apto para casi cualquier persona. Pero en condiciones adversas se convierte en un juego muy peligroso en un entorno muy hostil y tratando de luchar contra el agua y la gravedad, que en conjunto es una de las fuerzas más peligrosas de la naturaleza. De modo que es necesaria formación, experiencia e información, para llevar a cabo la actividad de manera segura.
Ademas los barrancos no se van a escapar, de modo que si las condiciones no son buenas es mejor dejarlo para otro día e irse a echar unas cañas o dar un paseo por el monte.

Tras esta turrada sobre prevención, se parece a las clases de seguridad e higiene, os cuento como nos fue el puente.

Salimos el jueves por la tarde para hacer noche en Alquezar, allí nos reunimos con el resto del grupo y nos decidimos por el Chimiachas para el Viernes.

Preciosa aproximación con paradita para ver las pinturas rupestres.


Tras horita y media de pateada nos metemos en el barranco.
Muy disfrutón y en principio bastante sencillito.
El tramo final una gozada, se empalman tres rappeles de 45, 25 y 45 metros, para terminar en una impresionante formación de roca conocida como "la cocineta".

Al terminar el Chimiachas, salimos al río Vero que tenemos que vadear varias veces para llegar a la senda del retorno.


El retorno se nos hizo bastante duro, empezó a lloviznar un poco y se agradecía el fresquito mientras pateabamos, pero poco a poco la lluvia se hacia cada vez más fuerte y la senda muy empinada, así que casi dos horas pateando cuesta arriba, mientras caía el diluvio universal.
Calados del todo buscamos un sitio para comer-merendar-cenar y dormir.

Tras reponer fuerzas siguió lloviendo y lloviendo y lloviendo, toda la noche.
Mañana del sábado  desayuno y reunión técnica para decidir que hacemos, barranquear, escalar o seguir durmiendo.




Nos decidimos por el Fondo. Precioso barranco que normalmente esta seco y esta vez gracias al diluvio universal lleva algo de caudal. El principal problema de este barranco es que termina en el Balcez y hay que vadearlo, vemos el caudal y decidimos hacerlo.
Pasote de barranco, ademas cae agua por todos los lados, siendo normalmente un barranco seco el agua le da la vida.
Dividiría el barranco en tres partes, la primera la más vertical encadenando rappel tras rappel, luego una zona plana con vegetación en la que disfrutamos de los afluentes que van entrando en el barranco, y la tercera muy estrecha y sinuosa.
Salimos al Balcez y haciendo un poco de cadena humana lo vadeamos sin problemas.



Tras salir del Fondo, paramos a comer  nos despedimos de Carlos y  Willie y vuelta para la Rioja.

Durante el viaje nos decidimos a hacer el Licebar el Domingo.
Lo que esta pasando con el resto de barrancos que normalmente son secos, pues que lleva un chorro de agua que da gusto meterse dentro.
Cogemos los bártulos y nos vamos pa´Aizpun. Huevos fritos con chorizo y al ataque.
Barrancazo, el rappel de 53 metros con agua es precioso, tanto desde el punto de vista técnico como estéticamente.



Al terminar el Licebar nos encontramos con la cascada de salida del Artazul, sin palabras. En noviembre lo descendimos y muy bien pero ver la fuerza que lleva ahora el agua acojona a cualquiera.


Ya hemos pasado el fin de semana, espera un poco que el lunes también es festivo, y Abelito tiene que estrenar los crampones,  así que para terminar la semana santa nos vamos al Moncayo.
Ataque por el circo, como hay mucha niebla perdemos un poco las referencias para subir por el collado de la derecha, así que terminamos subiendo casi en recto como titanes.
Llegamos al collado cimero, correr hasta la cruz para que no se nos lleve el viento, y para abajo

La bajada si que la hacemos más civilizada, y disfrutona.

Tras este breve resumen a ver si me pongo a contar cada uno de los barrancos un poco más detenidamente porque merece la pena.


1 comentario:

  1. Hola chicos, ufff... que difícil localizaros, bueno daros las gracias que no pude estaba hecha polvo, y deciros que si queréis y os apetece os debo un café o una cerveza... graciass

    ResponderEliminar