miércoles, 9 de enero de 2013

Desvirgando jovenzuelos en el Moncayo

Hace más de mil años de mi última entrada, entre unas cosas y otras ya casi no me acuerdo de como se escribe en blogger.

Ahora que soy oficialmente ingeniero y que me he quitado un peso de encima creo que me puedo dedicar otra vez a mis cosillas, entre ellas contar mis historietas.


Voy a empezar por lo más reciente y si ando con ganas echare la vista atrás a ver si soy capaz de poner en orden lo que he hecho los últimos meses.

El sábado, por tercera vez en un mes, subí al Moncayo.
Todo empezó en Nochevieja bien cargadito de "gin-tonics" que me encontre con Edu alías "actor secundario  Bob"
 Elías que voy a ir con unos amigos al Moncayo, ¿te vienes? 
Claro que si Edu, que yo te quieboooo mucho y ademas soy medio guía sherpa, no te preocupes que yo "conti" a muerte al fin del mundo

Días después recibo un mensaje de Edu, que si me acordaba que al día siguiente nos íbamos al monte. Servidor ni idea, pero como dijo Toni Montana: "solo tengo dos cosas mis cojones y mis palabras y no rompo ninguna de las dos  por nadie", o algo así, hay que cumplir cuando te comprometes a algo y ademas me apetecía mucho.

Tiro de "guasapitos" a ver si se apunta alguien y se anima mi joven Padawan, Javier.

Pues "vamos que nos vamos" de camino al Moncayo con dos novatos totales, en su bautizo montañero.
La cosa empieza bien porque el clima acompaña, estamos en mitad del anticiclón, sin viento, sin nubes y con un Sol precioso.

Primera parada del camino, la cuesta que sube hacia abajo o que baja hacia arriba, una locura de ilusión óptica, paro la furgo en una cuesta abajo, suelto el freno y de repente empieza a ir marcha atrás, magia, magnetismo, los extraterrestres... no lo se, pero siempre me deja loco.



Nos apañamos y empezamos el ataque.
Aunque ha helado y queda nieve subimos por la senda normal sin crampones. 
Los novatos tiran bien, son valientes y no se me asustan con el hielo y el frío. Paso a paso, con más de un tropezón vamos avanzando. Todo sin problemas, pero cuidadin si  subís estos días por la normal, la placa de hielo que lleva a la escupidera esta delicadita.

Increíbles vistas, acostumbrado a que haya niebla, esta vez se veía todo el valle del Ebro hasta las cumbres nevadas de los Piris.


Seguimos subiendo y paseo hasta la cumbre con su foto de rigor.



Muy contento, más que por mi, por mis novatos que se les ve felices y satisfechos.

Aprovechamos el buen día para almorzar algo en la cumbre y disfrutando de las vistas.
Como ha ido bastante bien, bajamos por la cara Oeste sin conocer el camino un poco a la aventura.
Esta cara es más escarpada y la senda no es tan obvia como por la este, pero es muy disfrutona, se pueden disfrutar de las vistas del lado soriano del Moncayo.

Aquí nos perdimos un poquito, una media hora de paseo por el canchal hasta encontrar la senda buena, una vez en ella paseo agradable hasta el coche.

Servidor feliz y contento, y creo que Javi y Edu también, un poco cansados y con alguna aguadura pero con una sonrisa de oreja a oreja.

Espero que os haya gustado la experiencia y cuando queráis repetimos.



NOS VEMOS EN LAS PAREDES!!!!



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