De paseo por Ordesa

Llevo tiempo sin hacer nada interesante que poder contar, pero este finde nos hemos hecho una escapadita al monte.

Una noche tonta me encontré con mi primo Javi y me dijo que porque no nos subíamos al Monte Perdido, así que le cogí la palabra y quedamos para darle un ataque al que iba a ser mi primer 3000.
Y digo iba porque al final se nos complico la meteo y no pudimos atacar a la cumbre, pero aun así nos salio una excursión por Ordesa genial.

Así que reunimos un equipo de valientes montañeros, formado por Carlos "Jurgen", Cristian nuestro colegon de Milagro, mi primo Iturriaga y yo, y nos fuimos para Ordesa.

Primera parada del viaje, en Jaca, nuestros amigos los maderitos nos tienen parados media hora, porque tenemos cara de malotes y quieren comprobar la documentación.
Y ya que estamos en Jaca pues a comer hamburguesas.

Llegamos a Torla a la 1 de la noche y preparamos el campamento base para pasar la noche, o sea, el parking desde donde salen los autobuses que nos llevan a la pradera.

Tras una noche de no dormir en el parking, nos pillamos nuestros bártulos y para la pradera de Ordesa.

El plan para el finde es, el primer día hacer la faja de las flores y según fuéramos de fuerzas y tiempo, ir a la Brecha de Rolando o al pico Marbore. De ahí bajamos al refugio de Goriz, para dormir en una cueva y el domingo empezar a patear antes de que salga el Sol, subir al Perdido y bajar a toda leche para que nos diese tiempo a llegar a Rincón para ver la final.

Así que empezamos a patear desde la pradera de Ordesa a las 7 y media de la mañana.
Cogemos una senda vertical, vertical, vertical y todo para arriba para vencer los 1100 metros de desnivel que nos separan de la Faja de las Flores.
La primera pateada del día es una paliza, pero es preciosa.
Pasamos por las clavijas de Carriata, llegamos a la altura del Tozal de Mayo y por fin llegamos al comienzo de la Faja.

La única manera de entender el paisaje que se ve desde allí arriba es subir y verlo porque es increíble.

Entramos en la Faja de las Flores, es el paseo más bonito que he hecho en mi vida.
No se como expresar la sensación de estar tan arriba, con un paisaje tan bonito, pero os aseguro que lo repetiría una y mil veces mas.

Pasamos una curva y de repente nos encontramos con el circo de Cotatuero y al fondo podemos ver la cresta que va desde el Monte Perdido hasta los Gabietos.

Llegamos al final de la Faja y tomamos la decisión de subir a la Brecha.
Entonces llegamos al paraje que he bautizado como MORDOR.
Se trata de una llanura de lapiaz, donde es imposible no perderse y donde cuesta muchísimo avanzar, piedras, grietas, aristas, y un largo etcétera de despropósitos para las piernas.

Salimos de allí y llegamos a una pradera, donde aprovechamos para almorzar y recuperar fuerzas, disfrutando de unas de las mejores vistas del día, Annaïs y Amelíe.


Y marmotas por aquí, sarrios por allá y quebrantahuesos por acullá, llegamos a la Brecha.
Es el paso fronterizo natural entre España y Francia, antiguo paso de drogas y bandidos.
Desde allí podemos disfrutar de las vistas del lado frances, donde vemos el glaciar, y la cabecera de al cascada de Gavarnie.

De allí bajada hasta Goriz, donde nos metemos a dormir en una cueva.

Habilitamos la cueva y a pegarle a los macarrones y a la sopa calentita que nos da la vida.

El plan del día siguiente era subir al Perdido, pero por la noche empieza a llover.
Damos tiempo para ver si para pero se nos van las horas y no despeja.
Así que para bien de mis piernas, dejamos el ataque al perdido para otro día.

Desde Goriz bajamos por el circo de Soaso, pasando por las clavijas y disfrutando de la Cola de Caballo y el retorno hasta la pradera en plan dominguero.

Después de dos días por el monte ha dado tiempo ha hacer muchas tonterías, nos visito mi primo Borjamari.

Dejo un vídeo-resumen del viajecito, y a ver cuando podemos volver para subir el Perdido.